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Lidera tu propia vida

¿Qué es el coaching?

El coaching consiste en una relación profesional continuada que ayuda a que obtengamos resultados extraordinarios en la vida, profesión, empresa o negocios de las personas. Mediante el proceso de coaching, profundizamos en nuestro propio conocimiento, aumentamos el rendimiento y mejoramos la calidad de vida.

El
coaching es un acompañamiento individual centrado en buscar la solución a nuestros problemas y dudas, más que en los propios problemas. Durante el proceso se promueven los cambios y creencias necesarios para abordar la realidad bajo otra perspectiva.

El método de
coaching es interactivo y motivador y por ello posibilita nuestro paso a la acción según los objetivos que previamente hemos definido. El punto de partida es nuestra situación actual y el objetivo es nuestro futuro. La visión del futuro depende de cómo nos proyectamos, de cuáles son nuestros intereses, habilidades y competencias, las cuales las habremos analizado en las primeras sesiones.

El
coaching trata del cambio, de cómo facilitar los cambios en nosotros mismos, en nuestros comportamientos, actitudes, habilidades y competencias. El cambio es el que aporta las soluciones.

El
coaching es también un proceso de aprendizaje sobre nosotros mismos, es aprender a aprender, de desarrollo personal y profesional, que tiene el propósito de optimizar nuestro rendimiento y bienestar.

  
El coaching potencia la proactividad y la asertividad.

La Proactividad es saber lo que uno quiere y vivir el hábito de ser proactivo es ser responsable de los propios actos.

La Asertividad es no responder a una agresión con gritos, es no escapar y ser consciente que sin gritos y sin escapar, nosotros tenemos algo que decir y por eso estamos negociando. Ser asertivo es ser consciente de que estamos negociando porque tenemos algo que negociar y que defender y esto sin violar los intereses de los demás. Ante una agresión, hay que recordar que la confrontación, la sumisión o el escape no dejan espacio para la continuidad de la negociación.

Una condición sine qua non de la asertividad es una buena valoración de nosotros mismos y de los demás.

Para mantenerse asertivo, lo primero que hay que hacer es vencer el impulso de dar una respuesta inmediata ya que probablemente será inapropiada. Hay que recuperar el equilibrio mental.

La persona asertiva no habla nunca por cuenta de otra, habla de manera clara y afirmativa en nombre propio, sin esconderse detrás de nadie.

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