[mailto:mail@coachingparamujeres.es]
[mailto:mail@coachingparamujeres.es]
[./mapaweb.html]
[./coachinge.html]
[./serviciose.html]
[./profundizare.html]
[./casos.html]
[./news.html]
[Web Creator] [LMSOFT]
La negociación
La negociación analizada en el libro de Babcock, L. y Laschever, S. Las mujeres no se atreven a pedir. Saber negociar ya no es sólo cosa de hombres, Amat editorial, Barcelona, 2005.

Hoy en día, una negociación ya no es un juego de suma cero. El mito del paste entero en el que la porción que gana un adversario, lo pierde la otra parte, ha sido sustituida por el esquema win-win o ganar-ganar. Este esquema se basa en tomar la negociación como un proceso de comunicación cuya finalidad es encontrar las mejores soluciones para los todas las partes implicadas. Esta manera de entender las cosas, hace del proceso de negociación un acto menos bélico y combativo, además, y no exento de importancia, se ha demostrado que los acuerdos alcanzados con este método son superiores, más satisfactorios y más duraderos.

Este cambio en las actitudes de la negociación favorece a la mujer. La mujer en la actualidad necesita aprender la habilidad de la negociación como método de supervivencia ya que su papel personbal y profesional están en un proceso de cambio muy rápido.

Sin embargo, las mujeres aún adoptando este enfoque colaborador para solucionar los problemas e intentando llegar a acuerdos que beneficien a todas las partes implicadas, nos encontramos a menudo en una posición de debilidad que se debe a que la esfera laboral está definida en gran parte por los hombres y nuestras estrategias son mal interpretadas.

Además de esta desventaja, los problemas de las mujeres empiezan muy pronto en su vida laboral. Según muchos estudios, la mujer negocia poco y pide poco desde el inicio de su contrato laboral, de ahí que las disparidades de salarios sean persistentes porque proceden de la etapa inicial y lastran las etapas posteriores donde se negocian los aumentos de sueldo. Al aceptar menos, las mujeres obtenemos automáticamente menos valor que el resto de los recién contratados.

Una de las mayores barreras que impiden que las mujeres pidamos lo que necesitamos en la mayor parte de las ocasiones es nuestra propia percepción de las circunstancias que nos parecen muy fijas y absolutas.

Por otro lado, los objetivos que los hombres y las mujeres llevan a las negociaciones son muy diferentes. Las mujeres adoptamos un enfoque muy cooperador en la negociación y nos gusta tener en cuenta los intereses de las otras partes. Los hombres acostumbran a ser más competitivos en su actitud. Así pues, los hombres se concentren más en los elementos competitivos de una negociación, y las mujeres nos concentramos más en los aspectos de la relación, en las necesidades de ambos lados y en cómo afectará a otras personas el resultado de la negociación.

Las autoras de este libro nos dicen que las mujeres nunca piden nada, no piden aumentos de sueldo, ascensos, reconocimiento en el trabajo. la explicación es que esta actitud entra en contradicción con el estereotipo femenino que se siente cómodo pidiendo para los demás y viviendo en el sacrificio. Pedir y negociar no se adapta a las normas sociales, es más está aún mal visto.

Las mujeres tienen miedo a que pidiendo lo que les pertenece, las penalicen (imagen equivocada). A veces no saben a quién pedir las cosas, por una falta de práctica piden algo o protestan a quien no toca (malos hábitos). Piensan que las cosas se les escapan y que son inamovibles (falta de habilidades de liderazgo). Creen que negociando serán menos apreciadas y queridas (creencia en el estereotipo).

Cada son más las mujeres que solucionan estos conflictos. Es una verdadera revolución.

¿Te han penalizado por querer negociar en tu favor? ¿Quieres negociar pero no sabes cómo? ¿Sabes que puedes crear condiciones propicias para obtener lo te mereces? ¿Crees que puedes permitirte que algunos te aprecien menos por haber conseguido lo que te mereces?
coachingparamujeres 2007
Coaching para mujeres personal y profesional